Vale, así dicho no parece gran cosa. Cada vez tiendo a hacer las cosas más sencillas. Lo importante son los ingredientes. Si un pescado está fresco no te tienes que preocupar de nada más.
Tenemos una cola de merluza desespinada y ocho langostinos crudos. Con los restos de merluza (espina y cabeza) y las cáscaras de los langostinos hacemos un caldito. En una sartén pequeña salteamos las cabezas de los langostinos con un chorrete de aceite. Vuelta y vuelta. Nos protegemos el índice y el pulgar con papel de aluminio y les sacamos toda la esencia. Tamizamos este jugo y ponemos a punto de sal y aceite. Lo reservamos.
Mientras se hace la merluza a la plancha salteamos los langostinos, aderezados con un poquito de nuez moscada molida. Es muy importante que quede todo en su punto. Me gusta dejarlo, si acaso, ligeramente crudo por dentro. A la hora de servir (medio lomo de merluza planchado, regado con la esencia de langostinos y acompañado por los cuerpos de éstos) el plato quedó un poco huérfano. Faltaban unas verduritas salteadas. La mañana ya no daba más de sí.
Esta noche me he acordado de tu receta, simple pero con productos de primera.
Así que con este recuerdo y jugando con lo poquísimo que teníamos en casa hemos hecho:
1.hamburguesas de pollo de «los muchachos»(100% delicia)
2. trozo de mozarella de búfala
3. Foie fresco a la plancha
Todo se hace a la plancha y se monta como una milhoja. Riquísimo!!!
¡Qué bueno! Y eso que dices que teníais poca cosa. Me lo imagino y se me hace la boca agua….