Con el calor no hay ganas de cocinar. Apenas de comer. Y más en estos días de vida sin niños (¡vivan los campamentos de verano! ¡vivan los abuelos!). Solo hay ganas de estar tumbado en el sofá, viendo películas, leyendo y tomando algo fresco. Zumo, refresco, infusión, sorbete… lo que sea.
Por eso después de comer nos hemos preparado un sorbete de limón al cava. Ideal para la sobremesa. Refrescante y con un poco de alcohol para ayudarnos a echar una cabezadita cuando más aprieta el calor. Necesitamos 400 ml. de limón granizado y 200 ml. de cava. Si el granizado es del super y está hecho un bloque lo pasamos por la batidora para deshacer el hielo. Añadimos el cava y removemos. Ponedle un par de hojitas de menta fresca si tenéis a mano.
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